sábado, 31 de enero de 2015

"DesEBOLución"

Facebook, a 14 de octubre de 2014.

Miren, yo tengo una mascota llamada "Chana", el mejor can que puedan llegar a imaginar en todos los sentidos y a la que quiero con toda mi alma. Puedo aseguraros que es difícil que alguien quiera más a su mascota de lo que yo lo hago. Todos los que tengan o hayan tenido una mascota sabrán de lo que hablo. Nunca nos falla, siempre nos celebra al vernos, etc.
Sin embargo, me parece que centrar esfuerzos e indignación en lo del perrito de la chica que está contagiada de Ébola (virus potencialmente mortal) es, en la mayoría de los casos, hipócrita, cuando no inútil. Me explico: estoy prácticamente seguro que aquellos que por redes sociales claman al cielo con ese tipo de injusticias, no son aquellos que van a una perrera a acoger y cuidar a los cientos de perros maltratados o sin hogar, abandonados, que existen en nuestro país. Seguro que muchos de ellos ni recogen las cacas de sus mascotas, si es que tienen. Es que pobre perro que lo han sacrificado, pero yo no tengo perro o, teniendo, me da pereza lavarlo y sacarlo a pasear. Vamos a ver. Pongamos orden en nuestras casas antes de querer organizar las casas de los demás, por favor. No estoy excusando la actuación llevada a cabo con "Excalibur", el perro de la enfermera, aunque en parte podría hacerlo. Lo que estoy haciendo es poner de relieve la hipocresía y la capacidad de ser influenciados por los medios de comunicación tan brutal y exagerada que existe en nuestra sociedad.
Es evidente a mi parecer, y con la poca información que tengo al respecto, que existían cursos de acción más acertados que el que se ha llevado a cabo con este perro. Pero desde luego, en cuanto a prioridad y grado de indignación, está lejos de ocupar el puesto que se le ha dado por ciertas personas o asociaciones.
A diario me encuentro (más bien "nos encontramos" o "podríamos encontrarnos" si reflexionáramos a diario) decisiones o pautas de acción tomadas por aquellos que nos gobiernan que están lejos o más bien a años luz de ser una decisión acertada. Y estas decisiones, tocan asuntos que afectan a mas ciudadanos o a ámbitos de nuestras vidas que nos afectan de manera más directa, que la indignación que pueda causarnos la "eutanasia" o sacrificio de un perro que, potencialmente, pueda ser portador y foco de infección de un virus mortal. Y estas decisiones erróneas de mayor calado a mi parecer, no tienen respuesta social alguna. No se clama al cielo, no se ven especialistas en TV dando su opinión.
Por qué no sale el Consejo General de la Abogacía Española, hablando de las tasas? Y como ésta, tantísimas preguntas que se me vienen a la cabeza.
Señores, centremos prioridades, que hay muchas cosas de las que preocuparse. Siempre habrá espacio para la indignación, sin duda. No sabemos si ese pobre perro estaba infectado o no. Lo que sí sabemos es que nos están destrozando el sistema educativo español (más aun), que nos están cobrando cantidades de cuatro cifras por acceder a una segunda instancia, y que en toda España no existe un mísero hospital público con unas medidas de seguridad/protocolo de "nivel 4" (o como fuere), apto para actuar en situaciones como éstas o de mayor peligro. Bochornoso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario