sábado, 31 de enero de 2015

El hype de los "muertos pensantes"

Quiero decir una cosa. No pretendo que os sintáis agraviados, es decir, no es mi intención con esto hacer sentir mal a nadie.Por eso ruego leáis, los que vayáis a hacerlo, detenidamente y hasta el final. Gracias.
Bien, normalmente la lectura y el humor son cosas que requieren de cierta actividad intelectual. Así pues, leer es algo que, por suerte o por desgracia, a unos les gusta mas y a otros menos. Incluso dentro de la gente a la que le gusta leer, hay muchos gustos. A algunos les gusta un tipo de libros, otros prefieren el periódico, otros revistas, otros comics... Entre las cosas que pueden leerse, está el "genero humor". Pero también hay muchos tipos de humor y aquí existe, a su vez, una gran división en cuanto a gustos. Hay gente que disfruta de un humor más intelectual, otros con un humor más simple, otros con un humor más negro, etc.
Por ese tipo de variedades, existen mismas cosas que puede hacer a alguien estallar en una gran carcajada y, sin embargo, que otra persona no le vea la menor gracia. Y es lo más normal del mundo.
Es por eso, quizás, que las revistas satíricas no suelen gustar a todos y cuanto más satíricas, con más carácter y mas especializadas o centradas en un determinado tipo de humor, más difícil aún es que se abra a grandes públicos, aunque probablemente le guste aún más a aquellos que les gusta de base. Si a eso sumamos que se tenga afiliación política, restringimos el círculo aun más.
Es por eso que creo que Charlie Hebdo no era una revista, publicación o lo que fuere, de grandes públicos.
Soy un acérrimo defensor de la Libertad de Expresión, como podréis imaginar y condeno todas las veces que haga falta el grotesco y vergonzoso atentado y la pérdida de vidas, aunque fuera irrespetuoso con una religión. Quiero decir, no está bien ser irrespetuoso con nadie, menos aun con una religión, puesto que es una cosmovisión o forma de entender la existencia, de un grupo numeroso de seres humanos, muchos de los cuales probablemente no hayan hecho nada malo nunca y estos también se ven ofendidos, de forma gratuita. Aun así, repito, defiendo la libertad de expresión por encima de ello y condeno el atentado.
PERO, OJO, PERO, lo que me parece patético y ridículo es que resulta que, casualmente, ahora a todo el mundo le guste la Revista Charlie Hebdo. Y no lo digo porque se hayan comprado no se cuántos millones de ejemplares, que lo entiendo como una forma de conservar un pedazo de historia de un acontecimiento determinado. Me refiero a afiliarse, intentar leer ese tipo de lectura (valga la redundancia), hacerse fan, Me Gusta, defenderla etc etc.
No señores, no. Esa revista NO ESTÁ PENSADA PARA GUSTARLE A TODO EL MUNDO. Es una revista satírica, transgresora y políticamente incorrecta. Se puede condenar el atentado y no estar de acuerdo con el espíritu de la revista o con su forma de ver las cosas o sus críticas o su humor y no por eso ser menos solidario. Y puedes comprar un ejemplar simbólicamente y puedes hacer una donación y puedes llorar sus penas, pero que ahora se convierta en la mejor revista del mundo blablabla, me hace pensar que la mayoría de nuestra sociedad está compuesta por meros trozos de carne que se dedican a dejarse inundar con ideas ajenas, que no utilizan el cerebro que tienen para nada, que se dejan llevar y que se dedican a pulular y existir hasta el día que mueren.
Tengamos algo de personalidad, por favor. Os invito que dediquéis aunque sea 5 minutillos diarios a la reflexión y a la crítica, a la conformación de ideales y opiniones propias. No es terrorífico, os lo aseguro. Tener una opinión es obtener una conquista.

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