miércoles, 18 de junio de 2014

¿Debacle nacional?

Me siento obligado a escribir al respecto. Aunque tenga pocas ganas, pero bueno, con mis Logitech G430 puestos y escuchando música, todo va mejor. Sí, mejor que oyendo al principio los patéticos comentarios grandilocuentes de los comentadores y después los mismos con tono agónico.
No soy una persona futbolera, pero como bien sabéis me preocupa mi país. Y mi país es uno en el que gran porcentaje de la población activa siente fervor por el fútbol. Un país en el que el orgullo nacional se ha sustentado estos últimos 6 años (el poco que hay) en nuestros deportistas, sobretodo en la selección española. Esta debacle puede (pienso que va a) incidir de forma decisiva en el ánimo del pueblo, su productividad, su raciocinio y la estabilidad en general.
En fin que le tocará a otros aspectos del país acarrear con las consecuencias de que el opio del pueblo esté tan adulterado como para que, si pillamos al camello, tuviéramos que absolverlo por no contener la dosis mínima para hacer algo de efecto.
Para mi no es España la que ha perdido estos dos humillantes partidos. Ha sido ESA selección, ESE equipo. Ciertamente lo que voy a decir a continuación es fruto y atrevimiento de mi supina ignorancia futbolística, y si tiene algo de cierto es por lo que pueda llegar a deducir, sin más. Pienso que ha habido presión para elegir una selección que es la que el pueblo QUERÍA VER. Quería el pueblo ver a los héroes del triplete. Quería reir y disfrutar. Negarse a dar pie a las nuevas generaciones. Lo pasado, pasado está. Hay que cambiar, limpiarse, empezar, dejar sitio. Lo que fue bonito, déjalo estar. Igual que los amores de verano se estropean más allá de septiembre, esta selección tuvo que haberse quedado allá arriba en la eurocopa y reestructurarse.
Fuera ya los análisis futbolísticos, debo decir que espero que la gente sepa tomarse esto como lo que ha sido, un corrector. Las correcciones duelen. Duelen a priori, porque deben hacerlo, porque solo así se aprende. Pero lo bonito de las críticas, de las correcciones, es el momento de autoreflexión inmediatamente posterior a la humillación. Ahí es cuando se demuestra quien es cada uno. Y podría decirlo por y para la selección, pero lo cierto es que no siento especial cariño por ellos. Siento cariño por la cantidad de gente que conozco que se de buena tinta que si a mi me ha jodido, ellos estarán masacrados moralmente.
Espero, también, que la gente no olvide que España es algo más que su selección, que no se empiece a renegar ahora del país. Que hay mucha gente puntera, magnífica, enorme en nuestro país, renombre, instituciones, y gente a la que le gusta su país que ahora vamos a quedar en segundo plano porque hay un grupo de gente que ha decidido soltar el bastón y el tacataca para ir a una competición de altísimo rendimiento a nivel mundial. Bravo por ellos. Ellos se lo guisan, ellos se lo comen. Por suerte o por desgracia, nos representan en parte. Pero nadie tiene más capacidad para representarme de la que yo le otorgue, aunque sea en la intimidad de mi pensamiento. Por tanto, mantengo la cabeza bien alta. A ver si ahora porque haya alguien que haya decdido elegir a esa gente para que me represente y esos mismos representantes hayan decidido hacer el arakiri, tenga yo que acarrear con las consecuencias. Pues no oiga, que yo sigo siendo Español, y cada día mejor y más formado. Y toda la gente puntera y que mantiene o intenta mantener a flote a España lo va a seguir haciendo mañana, y a esos nadie le dice nada. Injusticia absoluta. Sobrerepresentación del fútbol. En fin, no se, que ya empiezo a a irme por los cerros de Úbeda, como siempre me pasa. Que nada, que quito Telecirco y me pongo a jugar a algo y a escuchar música y luego a leer. Buenas noches!

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